martes, 1 de enero de 2008

YUNGAY HERMOSURA

LEYENDA ACERCA DEL HUASCARÁN, HUANDOY Y LA LAGUNA LLANGANUCOCuenta una antigua leyenda ancashina que el amor imposible de un guerrero y una princesa dio origen al Huascarán y al Huandoy, pétreos colosos que se erigieron luego de que el dios de los antiguos peruanos se conmoviera ante el llanto del soldado Huáscar y la doncella Huandoy y los convirtiera en montañas. Y a su llanto en la Orconcocha y la Chinancocha que serían llamadas, más adelante, simplemente Llanganuco.Parque Nacional Huascarán.- A 2 horas aprox. en auto. Abarca un área de 340,000 Has. de la Cordillera Blanca, donde destaca el nevado Huascarán (6,768 m.s.n.m.), el más alto del Perú y la cordillera tropical más alta del mundo.Ha sido declarado por el gobierno peruano Parque Nacional y por la UNESCO como Patrimonio Natural de la humanidad en 1987. Sus atractivos naturales son: flora y fauna exóticas, las lagunas, nevados y fuentes de aguas gasificadas y termo-medicinales.

La leyenda de Huandoy y Huascarán

En cuanto a las leyendas que existen sobre la formación de los nevados, hay una leyenda muy bonita. Se trata de Huascar y Huandy, una hermosa leyenda ancashina, que está registrado en las mejores bibliotecas ancashinas. La historia cuenta que en épocas incaicas, existía una tribu muy trabajadora, muy pacífica, muy trabajadora; cerca a esta tribu, habían otras tribus que también convivían en armonía con ellos. Un día cualquiera, como de costumbre, todos hacían sus quehaceres de siempre, cuando un guerrero de la tribu vecina llega mal herido, a lo lejos fue divisado por un guerrero guardián, que dio aviso al Gran Jefe. Este ordenó ir a su encuentro y hacerlo llegar hasta donde estaba él, llegó el guerrero con la noticia, sangrando, mal herido a consecuencia de una flecha que le había caído a la pierna; traía la siguiente noticia: Su tribu había sido saqueada, asesinada, violado a las mujeres (madres e hijas), incendiado las casas de paja y que se acercaban a ellos, que exactamente se encontraban a diez días de llegar a ellos y que eran de la tribu de Macchupicchu, que ampliaban sus dominios asesinando y matando gente. Este guerrero había escapado en medio de flechazos; el Gran jefe ordenó curar y dar de comer a este gran guerrero herido, así lo hicieron, pero esa misma tarde murió. El Gran Jefe ordenó a sus mejores guerreros ir en busca del Jefe de esa tribu, para hacer negociaciones de paz, a lo que este guerrero fue llevando el mensaje; siendo devuelto acompañado por el guerrero de mayor trascendencia de esa tribu, él era Huascar, quien tenía la orden de avisar al Gran Jefe, que llegarían pacíficamente, y que tenia que quedarse ahí para preparar el terreno para estacionarse ahí. Huascar llegó a la casa del Gran Jefe con la noticia, éste ordenó a sus criados darle la mejor habitación, alimentación buena, y que el huésped sea muy bien atendido. Así lo hicieron, y Huascar fue una persona muy bien atendida. El Gran Jefe tenía una hermosa hija a quien amaba mucho, de nombre HUANDY, una doncella de 15 años de edad, rebosante de belleza, la niña más hermosa del imperio. Una tarde cuando Huascar paseaba por la orillas del riachuelo, Huandy había bajado al río a llevar agua, ordenada por su madre; ahí Huascar la vio a los lejos, igualmente ella vio a Huascar y cruzaron las miradas. Huascar no podía dormir pensando en la doncella tan hermosa. Ella igual pensaba en el extraño guerrero hospedado en la tribu. Cuando Huandy fue llevando sus alimentos a la habitación de Huascar, se conocieron más a fondo, y se citaron verse en la noche debajo de la hermosa luna llena, en las orillas del río, en la que ambos se encontraron y se enamoraron; Huascar prometió hacer lo imposible por el amor de ella, pero ella temía porque su padre no toleraría la relación de su hija con un guerrero de la otra tribu. Pero aun así, ellos se escaparon de noche; el padre de Huandy al enterarse que su hija había fugado con el guerrero Huascar, ordenó a sus mejores hombres ir detrás de ellos y devolverlos; así lo hicieron, Huandy como dama no podía correr cuesta arriba, siendo atrapados por los guerreros y llevados a los pies del Gran Jefe. Este ordenó atarlos a los dos en lugares estratégicos donde ambos se veían, y condenados ahí a muerte; la tribu de Huascar al enterarse de esto, el Jefe ordenó mantener atado a Huascar en el lugar, hasta su muerte. Huascar vio como moría atada su amada Huandy al frente de él, pero sin poder tocarse, habían sido separados por el riachuelo, es decir uno en cada cerro fueron atados y dejados a su suerte. Huascar le prometió a su adorada Huandy dentro de su agonía, antes que ella muera, vengarse de este pueblo que les había hecho daño, que no habían entendido el inmenso amor que se tenían. Ahí murió Huandy, sus lágrimas fueron tanto que ya habían formado una enorme laguna, la actualmente conocida como Llanganuco (Warmi Cocha); las lágrimas de Huascar igualmente iban formando otra hermosa laguna: el Llanganuco (Orqo Cocha). Murió Huascar después de una larga agonía, el Dios Sol se compadeció de ellos, y mandó rayos, truenos, lluvia y granizada sobre los cadáveres, y sobre la ciudad. Tanto fue la tormenta, que sobre los cadáveres de los amantes se formaron unas montañas rocosas, cubiertos de nieve blanca. Sobre Huascar se formó el nevado del Huascarán, un hermoso nevado, y por la corpulencia y el poder de Huascar, el nevado fue elevado en lo más alto, siendo éste actualmente el nevado más ato del Perú. Sobre la bella princesa Huandy, se formó el nevado de Huandoy, ubicado exactamente al frente del Huascarán. Como venganza a ese amor que fue separado, el año 1970, aprovechando un gran movimiento sísmico, el gran Huascar produjo un enorme desprendimiento de hielo y roca sobre los descendientes del pueblo que les había condenado, cumpliendo así su sed de venganza que le prometió a su amada Huandy. Se cree que de aquí a unos 100 a 200 años aproximadamente, se terminará la nieve sobre estos nevados, y ellos revivirán y volverán a encontrarse y ser felices para toda la vida.


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